La gestión en materia de defensa en la Región Americana, especialmente después de la pandemia, proyecta un escenario de gran disparidad y contrastes, en el cual se vislumbra que por un lado se mantendrán y profundizarán las diferencias entre las principales potencias y el resto, donde en el Norte, Estados Unidos continuará siendo el principal actor y motor en materia de defensa y en el Sur, Brasil se perfila cómo futura potencia, desarrollando importantes capacidades vinculadas al manejo de tecnologías de vanguardia y cuestiones estratégicas.
En el resto de los países, la evolución de la actividad de defensa ha sido dispar, donde sólo algunos pocos han desarrollado o sostenido las capacidades necesarias, en contraposición con la mayor parte de ellos, donde las cuestiones de defensa se vieron afectadas por un lado por la gran variabilidad política, lo que a su vez en algunos casos afectó la consolidación interna y externa de los posibles proyectos comunes y alianzas; por otro lado, la crisis / afectaciones económicas derivadas de la pandemia, que ha reducido las ya bajas inversiones comparativas de cada país en materia de defensa.
A ello se suma el crecimiento de la brecha educativa y tecnológica, donde la complejidad de las nuevas tecnologías y los crecientes costos de los medios modernos, son algunos de los factores que afectan en mayor o menor medida la incorporación / desarrollo de nuevos productos de defensa dentro de la región, cuyas capacidades militares van envejeciendo o perdiendo funcionalidad, haciendo que muchos de los países sean mayoritariamente usuarios de productos de defensa de segunda mano, en algunos casos obsoletos; que algunos otros busquen desarrollar algún grado de tecnología, asumiendo determinadas funciones logísticas vinculadas a la modernización / soporte técnico de algunos de sus medios y que otros pocos intenten desarrollar por si mismos algunas capacidades aisladas, pero sin alcanzar un nivel sistémico que facilite su comercialización (caso Argentina).
El liderazgo / preminencia en la subregión la está ejerciendo Brasil, con una industria de defensa consolidada, cada vez más autónoma e importante y con proyecciones de inversión para acceder a tecnologías estratégicas como el desarrollo de submarinos nucleares, aviones de caza de quinta generación y lanzadores espaciales, entre otros.
En este contexto de políticas erráticas y sin sustento, la debilidad institucional y económica argentina, agrava la ya muy baja credibilidad, confianza y/o previsibilidad para cualquier tipo de adquisición / venta o asociación estratégica, tal cómo ya se manifestara en la participación de diversos proyectos regionales.
Más allá de estas problemáticas, la región cuenta con numerosos activos estratégicos cuya importancia relativa concita el interés de muchos países (China, Rusia, Gran Bretaña, Estados Unidos, India, entre otros) / actores, los que sin dudas ejercerán sus influencias para tratar de lograr su control, entre ellos, una gran cantidad de recursos naturales considerados críticos, los pasos bi oceánicos y la proyección al espacio y a una importante porción del Continente Antártico, por mencionar sólo algunos.
Durante estos últimos 15 años, la región también se ha caracterizado por la intensificación de los intercambios de personal, la cooperación en temas fronterizos y los ejercicios militares multinacionales en materia de defensa, de los cuales nuestro país fue un actor importante y hasta fue anfitrión de algunos de ellos, lográndose importantes avances en materia de conocimiento y confianza mutua e interoperabilidad combinada, sin embargo, la reducción de las capacidades y de los recursos necesarios para ello, sumado a los problemas burocráticos generados por las demoras en el tratamiento de la Ley necesaria para la entrada / salida de tropas del / al exterior y en la firma de los decretos necesarios del personal militar designado para ello, ha hecho que progresivamente fuera disminuyendo sensiblemente nuestra participación y presencia.
El cambio de estatus del escenario espacial y el creciente empleo del ciberespacial, son algunas de las nuevas áreas tecnológicas estratégicas a las cuales las potencias mundiales están poniendo especial atención, desarrollando importantes capacidades para actuar en ellos y donde varios países ya están demostrando su interés en actuar / participar, ya sea desarrollando capacidades propias o asociándose con otros países, donde el dominio del ciber espacio y del espacio cercano constituyen objetivos básicos para garantizar la protección y proyección de los intereses respectivos.
En el campo espacial, Estados Unidos, de la mano de la empresa privada Space X, está trabajando en reducir los costos del acceso al espacio cercano y simultáneamente a creado un Comando Espacial, para asegurar la protección de los activos que dicho país tiene en dicho ámbito, todo ello, como una meta previa a su proyección al espacio exterior, mientras, simultáneamente, varios países están enviando vectores para explorar el propio espacio, los asteroides y los planetas más cercanos, buscando sumar conocimiento que permita a futuro, la supervivencia y proyección humana.
Si consideramos que los conflictos son consecuencia de una oposición de voluntades sobre un mismo interés, en el futuro, sólo aquellos países con un profundo sentido de pertenencia, arraigo y cohesión interna podrán mantener viva una adecuada voluntad para defender lo propio y proyectar sus intereses en la región / mundo, en contraposición con aquellos donde todo se relativiza y donde la voluntad de sus ciudadanos está orientada al bienestar personal, sin considerar los medios utilizados para ello, donde el dominio de las masas prevalece a la hora de guiar las decisiones de los gobernantes, estableciendo políticas de gobierno populistas, cortoplacistas y erráticas, sin consolidar políticas de estado y/o ignorando las razones geopolíticas o incluso estratégicas, corriendo el riesgo de convertirse en Estados Fallidos.
Sin un profundo y verdadero conocimiento de nuestra nación no habrá voluntad y sin voluntad de considerar a nuestro país como el principal bien superior a tutelar, no hay opción de defensa alguna. El concepto de defensa de una nación es algo integral que abarca todas sus áreas de acción, es un problema de todos, tal como lo indica nuestra Constitución; sin dudas que en la región hay enormes espacios y oportunidades, sin embargo su adecuado aprovechamiento dependerá de superar nuestros problemas de base; si no somos conscientes de ellos, si no vivimos en función de un bien común superior y no nos educamos y actuamos y conducimos el país conforme a nuestros valores, estaremos abandonando / traicionando los principios fundacionales de nuestra nación, aquellos que durante el siglo pasado nos convirtieron en uno de los países más importantes del mundo y además estaremos siendo afines a intereses de terceros países / organizaciones foráneas, de allí que este Foro tiene especial interés en compartir conocimiento, tanto con quienes tienen la responsabilidad de conducir nuestros destinos, como con aquellos que deben prepararse para elegirlos, entendiendo que sólo nuestra consolidación como país podrá asegurar nuestra inserción en la región y en el mundo.