Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa FAD abril 26, 2022

Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa

Resulta casi obvio señalar que el desarrollo de las capacidades en investigación, desarrollo tecnológico y producción para la Defensa y la Seguridad Nacional, es consecuencia de:

  • Las políticas que nuestro país defina para esos sectores,
  • Las necesidades de medios y servicios concretos para el Instrumento Militar,
  • Los presupuestos asignados,
  • La disponibilidad de capacidades en la industria (para la producción) y en el sistema de investigación y desarrollo nacional (para encontrar las soluciones tecnológicas requeridas).

Sin dudas, nuestro país tiene un enorme potencial en materia de investigación y desarrollo; cuenta con universidades y centros de investigación de primer nivel, con profesores y alumnos ávidos por desarrollar proyectos y posee un enorme potencial industrial. Cabe aclarar que, por diversas causas, el potencial industrial del sector privado está muy poco explorado y explotado en su capacidad para desarrollar medios de defensa. Creemos que este sector puede crecer sustancialmente si se dan las adecuadas condiciones de contorno. Se señala además, que se cuenta con un marco legal -artículo 21 (referido a la producción para la Defensa) de la Ley 24.948 (Fuerzas Armadas-Principios Fundamentales) y los Libros Blancos de la Defensa y De La Prospectiva TIC (Proyecto 2020)- que brinda un basamento y rige estas áreas.

No obstante lo señalado, la falta de presupuestos, de una visión estratégica y sistémica orientadora, de una estructura de gestión confiable y de una cultura que evite la introducción de cambios permanentes a los presupuestos y a los requerimientos operativos originales, ha hecho que exista una baja confianza en el desarrollo de proyectos nacionales. En términos generales, histórica y estadísticamente, los proyectos militares rara vez superan la etapa de prototipos o la de homologación y se eternizan cómo tales. A esta situación se debe agregar la incapacidad de respuesta del mercado nacional, motivando la necesidad de recurrir entonces a la importación de bienes. Lo señalado concurre a una situación preocupante del área de ciencia, tecnología y producción para la Defensa; el sector está en franca declinación o, en la mejor de las visiones, estancado. Es indispensable pensar en el área como un camino viable para avanzar en la obtención de bienes y servicios, en cantidad y calidad. Una adecuada articulación de los cuatro factores señalados en el primer párrafo, permitiría revertir la situación actual y producir un anhelado “circulo virtuoso” que devengue en un sistema de CTyP acorde con lo que el área de Defensa exige. Continuar con la importación de bienes para resolver la ausencia de capacidades de manera irracional, coyuntural, sin planificación y pensando más en la oportunidad económica, nos mantendrá en la misma senda de declinación de los últimos cuarenta años y, seguramente, profundizará los desequilibrios regionales.

Cabe aclarar también, que en el propio sistema de Defensa hay también enormes capacidades, las cuales, al funcionar en compartimientos estancos, por lo general terminan generando desarrollos y/o proyectos de diverso tipo, que no siempre se vinculan con el interés o con las verdaderas necesidades de la defensa, haciendo prevalecer aspectos políticos que poco ayudan a optimizar las inversiones en materia de defensa. Es menester indicar además, que en la región existen numerosas oportunidades de cooperación para el desarrollo de productos relacionados con la Defensa, sin embargo los permanentes cambios de orientación política en los países respectivos, la debilidad económica y la baja confiabilidad general que tiene nuestro país para cumplir sus compromisos, son factores que no facilitan el desarrollo de proyectos combinados.

Como contrapartida de ello, puede analizarse como caso de éxito el de la asociación estratégica con el INVAP para el diseño, fabricación e instalación de radares, donde el desarrollo tecnológico original fue 100 % argentino y en la producción, el 80% de sus componentes son de industria nacional. A partir de allí se abrieron un sinnúmero de posibilidades y se desarrollaron nuevas tecnologías que, sin dudas, apoyarán la producción de los futuros radares a producir para cubrir las necesidades civiles y de nuestro Instrumento militar. Creemos que replicar dicho modelo en otras áreas y con otros proveedores sería un buen camino a seguir. La disminución de costos, considerando el ciclo de vida operativo del material y las ventajas comparativas, resultan significativas. Este modelo sólo será exitoso si se mantiene el concepto de utilidad para las FFAA y de racionalidad en los costos de producción y sostenimiento, evitando cargar al sistema de Defensa con los costos de desarrollos no requeridos y/o que demandan luego el sostenimiento de una infraestructura productiva ociosa e ineficaz.

También es válido indicar que las inversiones realizadas en I+D, más allá de algunos aportes marginales, no han favorecido sustancialmente el desarrollo de proyectos durante las últimas décadas. Hay una incapacidad local de sostener este tipo de actividades con presupuestos y demandas fluctuantes y con pagos demorados. Consecuentemente, se recurre a la importación de esas necesidades, sin dejar de señalar que tales importaciones devengan en una derogación importante de divisas. A tal efecto, entendemos que los offset (también conocidos como “compensaciones industriales” o “convenios de participación industrial”) son mecanismos viables que permitirían incrementar los recursos aplicados a I+D y/o desarrollos tecnológicos del área de Defensa. Es momento de avanzar con la implementación de estos mecanismos a través de una adecuada normativa a nivel nacional para beneficiarnos con inversión extranjera para la compra, desarrollo de bienes, y/o transferencia de tecnología.

En consecuencia, resulta de importancia prioritaria para el país la identificación y relevamiento de aquellos organismos tecnológicos, instituciones académicas e industria local, en particular las PYME’s, con interés en vincularse a la problemática descripta. Estos componentes del sistema CTyP podrán, a partir de una correcta evaluación de las necesidades de las Fuerzas, en escenarios plurianuales, y con una adecuada planificación, potenciar las posibilidades de desarrollo local. Hay que promover acuerdos de complementación y transferencia tecnológica con firmas de nivel internacional, incluyendo la eventual estructuración de asociaciones público-privadas, sin descartar acuerdos en el marco del multilateralismo regional; todo ello en un entorno de sostenibilidad económica-financiera razonable.

En función de la situación descripta, es intención de este Foro contribuir a la viabilización de estrategias para resolver la problemática del área de CTyP. El FAD, a través del aporte de la experiencia de sus integrantes en la evaluación detallada de las capacidades ya existentes y/o de aquellas que deberían incorporarse por ser vitales y de difícil obtención en períodos de crisis, cree que puede realizar un aporte sustantivo en este sentido.