MUERTE INNECESARIA – MUERTE POR IDEOLOGÍA
Ayer en Retiro, una mujer policía intervino para hacer cesar una agresión a un ciudadano y el agresor, un delincuente con dos causas abiertas, le arrebató el arma, la mató e hirió al ciudadano. La agente se llamaba Maribel Nélida Zalazar y era madre de 2 hijos.
El Foro Argentino de Defensa lamenta el hecho, se suma a las condolencias a su familia y a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y ruega por el descanso eterno de su alma.
Más allá de lo dicho, queremos resaltar que el hecho acaecido hoy podría haberse evitado y que los miembros de las Fuerzas de Seguridad carecen de todas las herramientas necesarias para accionar contra el delito o como en este caso, defender a un ciudadano de una agresión. Este es un tema complejo que tiene varias aristas.
Por ley el agente del orden debe respetar lo fijado como causales de Legítima Defensa. El artículo 34, inc. 6º del Código Penal prescribe que para que exista Legítima Defensa es necesario la concurrencia de los siguientes tres requisitos: a) agresión ilegítima, b) necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y c) falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
Los acápites a y c están muy claros, ¿pero qué pasa con la proporcionalidad? Una persona fuera de sí puede matar a otra con sus manos, con un palo o una navaja. El policía para defenderse o proteger a otro, tiene una tonfa y una pistola 9mm. Si el policía posee la fuerza física y la habilidad para poder dominar con la tonfa al agresor el tema está solucionado, ¿pero qué pasa cuando es a la inversa, por ejemplo un hombre contra una mujer policía? La proporcionalidad le impediría usar su arma y aquí el que paga el precio es el policía, porque si la usa y hiere o mata al agresor es muy probable que termine en la cárcel y si no la usa, puede terminar muerto. Ayer, para dominar al agresor se necesitaron cuatro policías varones.
En la instrumentación de la defensa propia o de un tercero hay una contradicción, o el Código Penal está mal o al policía le faltan herramientas que cubran el gap mencionado previamente. En países más ordenados que el nuestro se han tomado medidas que van de las más drásticas, por ejemplo si el policía es agredido dispara a matar, esté armado o no el agresor, o las más benevolentes, que es el empleo de armas no letales.
Tanto en el caso de hoy como en el del Inspector Juan Roldán (28-09-2020), de haber tenido el policía un arma no letal, como una TASER, no habría habido muertos. Y en este punto se presenta otra contradicción, en este caso planteada por los organismos de Derechos Humanos.
Se presupone que estos organismos están para defender los derechos de todos los ciudadanos y esto incluye a policías y delincuentes. Alegan que la TASER es un elemento de tortura, cuando en realidad es un incapacitante que evita la muerte por el uso, o no uso, de un arma de fuego. Con la posición adoptada por estos organismos, que ha impedido el ingreso de armas no letales, se puede decir que ayer, como en el caso del Inspector Juan Roldán, no se respetaron los derechos humanos de los policías, porque no tenían las herramientas para defenderse y proteger a un ciudadano sin herir de muerte al agresor y esto les costó la vida.
Pero existe otro aspecto más que no se tiene en cuenta. El policía es un ser humano que normalmente tiene una familia. Mas allá del dolor de perder a un padre, una madre, un hijo o un hermano en el cumplimiento de su deber, de los honores y los pésames que recibirá en su sepelio, finalizado el mismo sus deudos quedan sumidos en la tristeza y para hacer más cruel el pesar, con una pensión miserable, iniciado una vida de privaciones y penurias económicas. ¿Acaso esos familiares no tienen también Derechos Humanos? Obviamente ninguna organización de Derechos Humanos se va a acercar a esa familia para darle el pésame o ver cómo puede ayudarlos en su futuro. Para el estado, luego del sepelio pasa a ser parte de una estadística.
Por último, el policía va a cumplir con su deber sabiendo que no tiene herramientas adecuadas, que si usa la única que tiene puede terminar preso y fuera de la fuerza y si no la usa puede morir, dejando a su familia desamparada. El policía debe tener mucha vocación de servicio para jugarse la vida para defender la de otro sabiendo que tiene casi todo el universo en su contra. Después la gente se pregunta por qué hay veces que el policía duda al enfrentar el delito y esta es una de las causas.
El Foro Argentino de Defensa desea llamar la atención a los políticos y a la ciudadanía en general acerca de esta problemática, planteada desde un enfoque sistémico y señalando cómo la negativa al uso de una arma no letal, basada únicamente en una posición ideológica, puede provocar una desgracia, tanto si muere el Policía como si muere el agresor y cómo puede, además, destruir una familia.
Es por eso que instamos a las autoridades a analizar este problema con la profundidad y rigor científico que merece, despojándose de toda posición ideológica, buscando como fin último el bienestar general y la seguridad de la población.