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La Honestidad y el Ser Militar

Actualizado: hace 1 día


 CNIM RE Armando Vittorangeli. 


Maestrando en Estudios estratégicos, Licenciado en Sistemas Navales, Técnico Superior en Mantenimiento Mecánico y Organización Industrial, Posgrado en “Gestión Logística”, Diplomado en “Gestión de activos y mantenimiento” y Certificado ICOGAM (Ingeniería de Confiabilidad, Gestión de Activos y Mantenimiento). 

16 de diciembre de 2024 





En los últimos días las Fuerzas Armadas han sido noticia, ello porque algunos de sus integrantes han puesto en duda, a través de sus actos, el principio de honestidad, por cierto, fuertemente arraigado en una inmensa mayoría de quienes han abrazado la carrera militar. 


Desde la filosofía, la honestidad se presenta como virtud fundamental para la convivencia humana y la búsqueda de la verdad. Varios filósofos han reflexionaron sobre el concepto, destacando su importancia ética y moral. Sócrates lo vincula con la coherencia entre las acciones y los principios éticos; Kant, lo reconoce como un deber moral incondicional, decir la verdad y ser honesto son obligaciones éticas universales, pues actúan conforme al principio de que "la verdad debe prevalecer en todas las circunstancias"; Nietzsche considera que la honestidad con uno mismo es una forma de valentía, ya que implica confrontar las verdades incómodas sobre la vida y nuestra propia existencia; por su parte Hannah Arendt la analiza en la esfera pública, enfatizando la importancia de la honestidad en la política y las relaciones humanas para definirla como la capacidad de decir la verdad, especialmente en contextos difíciles, es un acto de responsabilidad ética. 


En el ámbito militar, la honestidad tiene particular relevancia dadas las altas responsabilidades estratégicas y sociales que implica esta profesión y que, para ser ejercidas, requieren de conducta ética. La carrera militar implica asumir riesgos no existentes en otras profesiones, por eso debe primar la disciplina, la lealtad y la vocación de servicio. En ese sentido, la honestidad no solo constituye una virtud personal, sino también un requisito esencial para garantizar la confianza, la eficacia operativa y respeto a los valores institucionales y nacionales. 



 La honestidad en el ser militar. 


 La honestidad en el ser militar requiere respetar varios principios, entre los que se cuentan: 


Compromiso con la Verdad 

La honestidad implica decir la verdad en todos los contextos, desde la información operativa o la propia del servicio hasta las relaciones con los superiores, pares, subordinados y la sociedad toda. El militar debe ser transparente en sus actos, reconociendo tanto los aciertos como los errores. Por ejemplo, cuando se debe tratar algún tema difícil con el poder político, como la capacidad operativa de una fuerza o la situación de una unidad, la verdad es un imperativo, por más dura o políticamente incorrecta que sea. 


Integridad Moral y Ética 

La honestidad refleja coherencia entre valores, palabras y acciones. Un militar honesto actúa de acuerdo a principios éticos, aun cuando enfrentan presiones o situaciones complejas. Esto implica resistir tentaciones de corrupción, abuso de poder o manipulación de la información e investigar y castigar, si detecta o recibe información de la comisión de un hecho deshonesto, porque estos afectan la capacidad operativa de las fuerzas o pone en riesgo la vida de sus integrantes. 


Fidelidad al Deber 

El ser militar tiene como misión proteger y servir a la sociedad. La honestidad fortalece el cumplimiento de esta misión, asegurando que las acciones y decisiones se encuentren alineadas con el bien común. Requiere lealtad no únicamente para con los superiores y la institución, sino también hacia los principios de justicia y humanidad. No debe olvidar nunca que su objetivo es la defensa de los intereses vitales de la nación, respetando lo estipulado en la Constitución Nacional. Que una unidad destacada en un lugar alejado de su asientos natural, por ejemplo en una misión de la ONU, no reciba los elementos que necesita para mantener los medios, que aseguran la capacidad operativa a la par que protegen a sus integrantes de agresiones, es infidelidad al deber. 


Liderazgo Responsable 

El militar en posición de liderazgo debe predicar con el ejemplo, cimiento de la conducción. Ser honestos con sus subordinados fomenta un ambiente de confianza y respeto mutuo. Un líder militar honesto admite sus errores, toma responsabilidad por sus decisiones, por el accionar de sus subordinados y promueve la verdad como valor colectivo. Hay que tener presente que el ejercicio del liderazgo responsable en tiempos de paz permite, en los momentos de combate, guiar a su personal en instantes culmines y probablemente los más duros de sus vidas, aquellos en los que tienen que enfrentar a la muerte. 


Justicia 

La honestidad está intrínsecamente ligada a la justicia, especialmente en el contexto de conflictos o situaciones críticas. Actuar con honestidad significa no encubrir actos inmorales o ilegales, garantizando la ecuanimidad en la conducción y el respeto a los demás. 


Los retos del ser militar. 


Ser militar requiere y plantea afrontar retos éticos propios de la profesión, algunos de ellos son los siguientes: 


Conflicto con la Obediencia 

En ocasiones, el cumplimiento de órdenes podría entrar en conflicto con los principios éticos. La honestidad implica evaluar críticamente las órdenes y si las mismas implican un conflicto ético, tener el valor moral de plantearlo a quien la impartió. 


Presiones Jerárquicas 

En instituciones jerárquicas como las fuerzas armadas, la honestidad puede ser desafiada por la lealtad hacia los superiores. No obstante, la honestidad debe prevalecer en situaciones en las que se vean comprometidas la ética o la seguridad. Si es comandante de una unidad y se le ordena llevar a cabo una tarea para la cual esta no se está preparado, tiene el deber moral de informarlo a quien se la ordenó y explicar los riesgos que conlleva su cumplimiento. Nunca el voluntarismo operativo puede ir sobre la realidad técnica. 


Confrontación de Errores 

Reconocer fallas en una operación o admitir limitaciones puede percibirse como una muestra de debilidad. Sin embargo, la honestidad en estas circunstancias es crucial para el aprendizaje y la mejora continua. Un comandante o jefe debe asumir los errores como propios y los éxitos como pertenecientes al conjunto, porque tal distinción y reconocimiento conlleva ser responsable de todo lo que haga o deje de hacer la unidad que le está subordinada y si no puede asumirlo, se equivocó de carrera. 


La Honestidad como Fortaleza del Militar 

En el ser militar, la honestidad no solo refuerza la integridad personal, sino que también fortalece la institución y la confianza pública en ella. Es un pilar que contribuye a: 


  • La eficacia operativa, al basar las decisiones en información veraz y evaluaciones realistas. 

  • La cohesión del equipo, al generar confianza y respeto mutuo. 

  • El cumplimiento de la misión institucional, en armonía con los valores éticos profesionales y humanos. 


En síntesis, la honestidad es una virtud esencial en el militar, ya que ella permite asegurar que las acciones individuales y colectivas sean guiadas por la verdad, la justicia y el compromiso ético. Es un principio que define al militar como profesional y también como sujeto comprometido con el bien común y el servicio a su nación. 


La falta de honestidad aumenta los riesgos, tanto para el personal como para la nación, porque debilita las capacidades de las fuerzas y no cumple con el compromiso asumido para con la ciudadanía de portar armas que esta le provee para defender los intereses vitales de la Nación. 


El juramento de defender la Patria hasta perder la vida no es acto ceremonial, es un compromiso que implica adoptar valores y, entre ellos, la honestidad encuentra un lugar privilegiado. 


Un párrafo para los políticos. 


La conducción política de las FFAA, desde su Comandante en Jefe hasta los cargos menores, no está usualmente preparada para administrarlas y conducirlas. Su compromiso político está con las ideas políticas que los impulsan y con los partidos o agrupaciones políticas en las que encuentran su origen que, en no pocas oportunidades, son distintas de los valores que necesitan y practican las Fuerzas.


Cuando asumen estas funciones en la vida pública, es entonces que se convierte en muy importante que exijan honestidad a los integrantes de las fuerzas, pero eso también les impone el imperativo de ser honestos, respetando y haciendo respetar todo lo descripto en los párrafos precedentes. 


Es necesario que sean conscientes que la seguridad de la Nación, de sus intereses vitales y de sus ciudadanos, contra agresiones externas y la vida del personal que conducen, están en sus manos. 



* Maestrando en Estudios estratégicos, Licenciado en Sistemas Navales, Técnico Superior en Mantenimiento Mecánico y Organización Industrial, Posgrado en “Gestión Logística”, Diplomado en “Gestión de activos y mantenimiento” y Certificado ICOGAM (Ingeniería de Confiabilidad, Gestión de Activos y Mantenimiento). 





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