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Readiness, un término desconocido o ignorado por quienes conducen la Defensa

Actualizado: hace 1 día


 CNIM RE Armando Vittorangeli 


Estrategia readiness


  Es común escuchar a los candidatos a presidente, o leer en sus plataformas políticas, proclamar como objetivos la incorporación de material o el incremento de presupuesto para mejorar el adiestramiento de las Fuerzas Armadas. Ninguno de ellos nombra el término “readiness”. Tampoco he escuchado a lo largo de mis 40 años en la Armada, a ningún integrante de las Fuerzas mencionarlo, lo cual es aún mas preocupante. 


Por otra parte leí dos noticias que llamaron más aún mi atención sobre este tema. 

La primera, que llegó de Estados Unidos en diciembre de 2022, señalaba que la Oficina de Control y fiscalización del Gobierno (GAO) (1) reportó al Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, que el esquema de mantenimiento preventivo de sus medios de combate no alcanzó aún el nivel deseable, afectando su Readiness. Indicó en su informe que: “El Departamento de Defensa (DoD) se enfrenta continuamente al reto de proporcionar a sus combatientes sistemas listos para la batalla, medios terres-tres, buques y submarinos y aviones, gastando del orden de 90 billones de dólares en el mantenimiento de los sistemas de armas. Para mejorar disponibilidad de estos sistemas, el DoD está implementando el mantenimiento predictivo…” La GAO examinó el grado de implementación en las FF.AA. e hizo 16 recomendaciones a las mis-mas porque aún no era satisfactorio y el DoD estuvo, en general, de acuerdo con las recomendaciones. 


La segunda noticia es del 16 de mayo pasado y comentaba que el Comandante de la Marina de Brasil, Almirante Marcos Sampaio Olsen, alertó a los Senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional que “La Marina brasileña desmantelará el 40% de sus medios hasta 2028” (2). En el informe señaló que esa Fuerza perdió 1.000 millones de reales en el presupuesto desde 2017, cuando se aplicó el sistema de techos para los gastos como política fiscal. Indicó también que “La presencia de la Marina en las acciones nacionales depende de suministros como combustible, municiones y apoyo logístico, así como se servicios de mantenimiento” y que este conjunto de capacidades se ha visto muy afectado. 


Evidentemente el problema del readiness es muy importante en otros países. 

Pero ¿qué es el readiness? 

Alguien no hace mucho, leyendo un artículo que había escrito sobre este tema para un medio especializado de nuestro país, me pidió buscar un término en castellano que reemplace readiness. Cómo participo en el Comité Técnico 251 de ISO representando a nuestro país, utilizó muy frecuentemente el inglés, de hecho escribí hace un par de años un capítulo de un libro que se publicó en Londres, razón por la cual cuento con numerosas fuentes para traducir términos técnicos. Busqué en las que utilizo habitualmente, como bibliografía especializada, diccionarios, doctrina, etc. y no pude encontrar un término en castellano que reemplace esta palabra en toda su dimensión, porque realmente no es solo una palabra, es un concepto. Consulté con oficiales que había hecho cursos importantes en Estados Unidos y no tuve respuestas que me pareciesen satisfactorias, porque siempre caíamos en el término “Alistamiento”, al cual encuentro insuficiente. 


El DOD Dictionary of Military and Associated Terms (Diccionario de términos militares y asociados del Departamento de Defensa de Estados Unidos) define el Readiness como “La capacidad de las fuerzas militares para combatir y satisfacer las exigencias de las misiones asignadas.” Y eso es mucho más que el Alistamiento del que normalmente hablamos.


Paralelamente, la Instrucción 3100.01E del Jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, se refiere al readiness como la "capacidad de la Fuerza Conjunta para hacer frente a los retos inmediatos de contingencia y de combate, al tiempo que se prepara para los retos futuros". 


Pero que es realmente el Readiness? Luke Nicastro, Analista de Defensa en Estados Unidos, lo describe es su artículo “Military Readiness: DOD Assessment and Reporting Requirements” (3) y refiriéndose a ambas definiciones. Dice: 


“Estas definiciones permiten una interpretación amplia, pero muchos analistas utilizan el término de forma más restringida para referirse a la capacidad de una unidad o sistema de armas determinado para llevar a cabo con éxito las funciones específicas para las que fue diseñado. El readiness, según este uso, representa la capacidad del militar para ejecutar la estrategia nacional asumiendo que el tamaño, la estructura y el tipo de equipo se mantienen constantes; por tanto, puede entenderse en gran medida como una función de la dotación y el nivel de adiestramiento (para el personal) o de la disponibilidad y el estado de mantenimiento (para el material).”. 

Tomando las definiciones y el concepto de Nicastro, se puede establecer que el readiness depende de tres condiciones: 

  1. La disponibilidad del Sistema de Armas. 

  2. Que el Sistema de Armas pueda ser utilizado en el momento y lugar que se lo requiera. 

  3. La “sostenibilidad” del Sistema de Armas. 


Antes de entrar de lleno en el detalle de estas condiciones, quiero refrescar el concepto de Sistema. 

Un sistema es un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados que interactúan entre sí para lograr un objetivo. Reciben (entrada) datos, energía o materia del ambiente y proveen (salida) información, energía o materia. Benjamín Blanchard (4) dice que un sistema es una “combinación de medios (como personas, materiales, equipos, software, instalaciones, datos, etc.), integrados de tal forma que puedan desarrollar una determinada función en respuesta a una necesidad concreta”, en resumen, son medios integrados para el logro de un objetivo. 


Ese sistema tiene un núcleo, que es el que cumple la misión o actividad principal de la organización y habilitadores que permiten que ese núcleo pueda operar (figura 1). Dentro de ellos está la Logística con todos sus Elementos Funcionales de la Logística Operativa, como personal, abastecimientos, mantenimiento, etc. Como es un sistema, si algún elemento falla, ya sea del núcleo o de los habilitadores, es probable que el sistema no alcance eficientemente los objetivos. 




Todo sistema tiene un Ciclo de Vida, definido como las Etapas consecutivas e interrelacionadas de un sistema o sus activos físicos (medios materiales), desde su diseño hasta la disposición final. Tiene, en general, las cuatro etapas señaladas en la Figura 2: 




El Ciclo de Vida no debe confundirse con la Vida Útil, que es la vida operativa que se espera tenga el sistema o sus activos y es durante la cual los activos van a formar parte indivisible de una capacidad destinada a alcanzar los objetivos fijados por la Estrategia militar.


Las dos primeras etapas del Ciclo de Vida están ligadas a la Logística Genética y la tercera a la Logística de Sostenimiento. 



La disponibilidad de los Sistemas de Armas 


La disponibilidad de un sistema es un efecto, no un atributo intrínseco de los componen-tes del mismo. La disponibilidad se construye y se sostiene en el tiempo y para lograrla hay que satisfacer varios requerimientos. El mas importante de ellos es la “confiabilidad operacional de los sistemas”. 


Esta podría asociarse a la Confiabilidad Operacional planteada por The Woodhoouse Partnership Ltd (TWPL) en 1996 y definida como “la capacidad de una instalación o sistema (integrados por procesos, tecnología y gente), para cumplir su función dentro de sus límites de diseño y bajo un contexto operacional específico” (5). Este concepto incluye la confiabilidad humana, la confiabilidad de los procesos, la confiabilidad de los activos y la mantenibilidad, pero esta última es intrínseca de los activos, razón por la cual puedo afirmar que la Confiabilidad Operacional de TWPL está más ligada a los activos que al sistema como un todo. 


En ese sentido y con una visión mas sistémica, analicé en profundidad el tema, incluso con profesionales de Woodhouse y de dicho análisis surgió la “confiabilidad de los sistemas”, que tal como se ilustra en la figura 3, es la conjunción, en el sentido lógico del término, de la confiabilidad humana, la confiabilidad de los procesos, la confiabilidad de los equipos y la soportabilidad, afectados todos por el contexto operacional (6) en el cual están inmersos.

Al indicar conjunción estoy diciendo que la confiabilidad del sistema es la resultante de la confiabilidad en serie de las confiabilidades componentes. La expresión matemática sería:


CS = CH x CP x CE x S 


Pero como cada confiabilidad, matemáticamente hablando, tiene un valor entre 0 y 1 y el resultado de la Confiabilidad del Sistema surge la multiplicación de las mismas, el valor resultante tiende a disminuir. O sea que la afectación de una de las confiabilidades componentes hará disminuir el valor total de la Confiabilidad del Sistema. Este concepto matemático es empíricamente comprobable en la vida militar, porque se puede incorporar un buque nuevo, pero hasta que el personal no esté debidamente adiestrado, no tenga afianzados los procedimientos de combate y cuente con todos los abastecimientos para su uso, su confiablidad operacional como sistema es baja. 



cuadro sinóptico sobre la confiabilidad del sistema

La descripción de los pilares de la Confiabilidad Sistémica es el siguiente: 


Confiabilidad humana. 

Los sistemas son operados por seres humanos, quienes deben estar en capacidad de hacerlo adecuadamente, por eso este punto se refiere a dos temas en particular, el liderazgo y las competencias individuales. 

El liderazgo y la cultura organizacional son determinantes para el funcionamiento eficiente del sistema. Formar líderes que estén en condiciones de comandar los diferentes sistemas de armas, tomando las decisiones correctas en el momento oportuno y generando una adecuada cultura organizacional requiere tiempo y adiestramiento. El liderazgo no se aprende en un simulador y formar líderes implica recursos 


Las Competencias Individuales se miden en términos de conocimientos, experiencia, habilidades personales y actitud para desarrollar su rol operativo. El conocimiento se puede impartir en escuelas y simuladores, pero las habilidades personales y actitudes se logran solamente con adiestramiento y para poder adiestrar a sus operadores y mantenedores, tema ligado a la confiabilidad de los activos, es necesario que estos estén disponibles. 


Por otra parte, para completar las competencias surge la necesidad de contar con un adecuado tiempo de adiestramiento (no de instrucción) y de tener una adecuada superposición entre veteranos y novatos, con los costos que esto conlleva. 



Confiabilidad de Procesos 

Es el conocimiento y entendimiento de todos los procedimientos relativos a la operación de los sistemas y su eficacia para ejecutarlos a nivel sistema, en este caso una “Unidad”, asegurando que su funcionamiento sea confiable, o sea, es el nivel de adiestramiento o eficacia de la unidad. Acá se pueden diferenciar dos niveles, uno básico, definido como el nivel de adiestramiento suficiente para operar con seguridad el sistema sin influencia del oponente y otro operativo, que permite operar con seguridad y eficacia el sistema en presencia de la voluntad del oponente. A medida que las exigencias del nivel se incrementan, los costos para alcanzar los diferentes niveles de adiestramiento aumentan. 

Se pueden tener procesos y procedimientos bien diseñados, ajustados a los parámetros de funcionamiento de los activos y al ambiente operacional en el que trabajan, pero si no les fueron enseñados a los operadores, si estos no los han aprendido, si no están motivados para llevarlos a cabo convenientemente, si carecen de sentido de pertenencia y/o no son liderados adecuadamente, es muy probable que no se alcancen los objetivos y viceversa, se puede tener personal capacitado, motivado, con sentido de pertenencia y bien liderados, pero si no existen procesos y procedimientos eficaces que guíen su accionar, es muy factible que tampoco se alcancen los objetivos fijados. 

En definitiva, las personas y los procesos deben ser siempre considerados interdependientemente, buscando que el efecto de ambas partes produzca sinergia, o sea, que el resultado de ambas en conjunto sea mayor al efecto de la simple suma de las dos, sin olvidar la afectación que produce el ambiente operacional en el que se encuentran 


Confiabilidad de los Activos: 

Los activos, más allá del empleo que se les dé, tienen tres atributos de diseño que condicionan su función durante toda su vida útil, que son la confiabilidad (cuan confiable es el activo y sus componentes), la mantenibilidad (cuan simple es mantenerlo) y la operabilidad (cuan simple es operarlo). 

La confiabilidad es la “probabilidad de que un activo o sistema opere sin falla por un determinado período de tiempo, bajo condiciones de operación previamente establecidas”. Si bien la “probabilidad” es una cuestión estadística ligada a la tasa de fallas de los activos y sus componentes, existe otra problemática que también puede afectar la confiabilidad, que es si el diseño del activo es compatible o no con la tarea asignada. 

Esto surge de la definición misma de la Confiabilidad Operacional, cuando indica que el activo debe funcionar en “dentro de sus límites de diseño”. De no estar diseñado para cumplir una determinada tarea que se le ordene, podría haber una afectación a la confiabilidad del sistema y como las unidades militares podrían tener que responder a diferentes requerimientos, esta multiplicidad de roles debería ser muy tenida en cuenta al momento de definirse los activos necesarios para satisfacer las distintas capacidades. La confiabilidad de los activos se diseña, se construye y se conserva y todo esto significa recursos. 


Soportabilidad 

TWPL había planteado como cuarto pilar la Mantenibilidad de los equipos, pero este es un atributo intrínseco del activo físico. Por esta causa se plantea como pilar de la Confiabilidad Sistémica la Soportabilidad, que es un atributo muy amplio del sistema. 

La soportabilidad fue definida en 1997 por el Departamento de defensa de los Estados Unidos y está explicada en la publicación MIL-HDBK-502 Acquisition Logistics (7). En es-ta dice que “la soportabilidad es el grado en que las características del diseño del sis-tema y los recursos logísticos planificados cumplen con los requisitos del sistema en tiempos de paz y de guerra”, para añadir luego que “La soportabilidad es la capacidad de un sistema diseñado integralmente para apoyar las operaciones y las necesidades de alistamiento durante la vida útil del sistema a un costo asequible”. 

De acuerdo con estos conceptos, la soportabilidad tiene tres intervenciones en el ciclo de vida de un sistema: 

  • Cuando se diseñan los activos, para que sean soportables durante toda su vida útil; 

  • Cuando se diseña e incorpora el sistema de apoyo, que va a permitir sostener los activos durante toda su vida útil; y 

  • Cuando se apoya al sistema durante toda su vida útil, para que los activos estén disponibles cuando se lo necesite. 


Y todo esto debe ser posible de lograr a un costo asequible. 


En 2005, el DoD publicó la Guía para alcanzar la Confiabilidad, Disponibilidad y Mantenibilidad (8), indicando que “El funcionamiento satisfactorio del sistema se mide en términos de RAM, el cual se refiere a tres características relacionadas de un sistema y su soporte operativo: confiabilidad, disponibilidad y mantenibilidad”. Dicha publicación señala también que “el diseño para RAM debe tener en cuenta no sólo el sistema, sino también: los procesos utilizados para fabricar el sistema, el sistema de mantenimiento previsto, el sistema logístico y las limitaciones operativas” y agrega que “las actividades de ingeniería de sistemas pueden dirigirse a diseñar y fabricar la confiabilidad y la mantenibilidad en el sistema, pero la disponibilidad es función de esta confiabilidad y mantenibilidad intrínsecas, así como de la Soportabilidad del sistema.” 


En definitiva, la disponibilidad está sostenida en base a los atributos propios de los activos y la Soportabilidad que brinda el sistema, que deben ser analizados y planificados desde su diseño y mantenidos a lo largo de toda su vida útil. 

Ahora bien, ¿una vez que el sistema está operativo, la soportabilidad es una función exclusiva de mantenimiento? Indudablemente dependerá en nivel del sistema que se analice, independientemente que en todos los niveles existe una actividad de mantenimiento. Si el nivel observado es una unidad en su conjunto, la soportabilidad está dada por el conjunto de los habilitadores que permiten que el sistema principal pueda cumplir su objetivo, por ejemplo si un batallón de infantería debe atacar y destruir al enemigo, los fuegos de apoyo, las comunicaciones, los servicios que proveen todos los Elementos Funcionales de la Logística Operativa (EFLOs) de la logística, etc. son los habilitadores, más un comando que ejerce el liderazgo y conduce la acción. 


El problema de la soportabilidad es que un error en la actividad de soporte en cualquier EFLO, produce normalmente una falla en cascada que puede sacar de servicio a todo el sistema. Por ejemplo en un destructor, si tres de cuatro generadores salen de servicio porque hubo componentes que no fueron cambiados a tiempo por un error en la logística del mantenimiento, la función mantenimiento falló y como es un habilitador de la función principal, produce una falla en cascada que afecta todo el sistema y lo deja fuera de operación. Si por un problema logístico el destructor alcanza un nivel de combustible tan bajo que afecta su operación, la función logística falló y nuevamente se produce una falla en cascada que afecta a todo el sistema, porque probablemente no podrá poner en marcha las turbinas de alta y entrará en combate sin la velocidad necesaria. De ahí la importancia que tiene la soportabilidad para el sistema. 


Contexto Operacional 

La confiabilidad operacional de TWPL no tuvo en cuenta la real influencia del contexto o ámbito de operación. En este se distinguen dos partes, el ámbito de operación en general y el factor medioambiental en particular. 

En cuanto al ámbito de operación en general, todos los pilares se desarrollan dentro de un contexto determinado, que debe ser tenido muy en cuenta al desarrollar la capacidad y los medios asociados. 

El factor medioambiental es uno de los grandes condicionantes de la confiablidad sistémica, porque influye directamente en ella debido a que la gran mayoría de los sistemas que componen las FF.AA. estarán muy influenciados por este. Por esta razón es mandatorio analizar las características del clima, terreno, mar, etc. existentes en los teatros de operaciones en los cuales se deberán cumplir las tareas incluidas en la capacidad, porque van a tener efecto directo sobre sobre los sistemas. O sea, el medioambiente en el cual probablemente se va a operar debe ser uno de los puntos claves a ser tenidos en cuenta en el diseño de un activo o sistema, en su construcción y una vez que está operativo, en su mantenimiento y empleo.  



Como ya se planteó, la disponibilidad está basada en los atributos propios de los activos y la Soportabilidad que brinda el sistema. Cuando a la disponibilidad se suma la sinergia producida por la conjunción de la confiabilidad de los recursos humanos y la de los procesos, todo en función del contexto operacional en el cual se está trabajando, se logra el equilibrio del sistema para el logro de los objetivos impuestos y como consecuencia de ello, la confiabilidad del mismo (9). La figura 4 ilustra lo expuesto. 


Para lograr el equilibrio del sistema, los 4 pilares de la confiabilidad del sistema, interrelacionados dentro del ámbito operacional en que trabajan, deben ser adecuadamente diseñados desde la concepción del activo o sistema y sostenidos a lo largo de todo su vida útil. 


Que el Sistema de Armas pueda ser utilizado en el momento y lugar que se lo requiera. 


No es normal que las Fuerzas Armadas deban ser empeñadas en un conflicto bélico de improviso, excepto que su sistema de inteligencia militar no exista y el contendiente obtenga la sorpresa estratégica y táctica o haya una maniobra de engaño o diversión muy bien ejecutada. 


Si bien la escalada de un conflicto insume tiempo, el cual puede utilizarse para preparar las fuerzas, es muy difícil que alcance para obtener una capacidad operacional. Podrá tal vez servir para movilizar fuerzas a posiciones relativas favorables y/o adelantar la logística al futuro Teatro de Operaciones. 


Tampoco es cierto, como nos decían en la Escuela Naval, que cuando “suene el clarín” los medios que hagan falta van a aparecer. Cuando fue el conflicto de Malvinas, los medios que se suponía tenían que ser provistos no aparecieron y los que fueron suministrados hubo que aprender a utilizarlos, con lo cual su confiabilidad operacional inicial fue incierta, por no decir baja. 


Si se trata de operaciones subsidiarias, los fenómenos meteorológicos que producen efectos que puedan requerir el apoyo de las Fuerzas Armadas suelen no tener la gentileza de avisar con tiempo su ocurrencia y, luego del desastre, se despliega con lo que hay en las condiciones que se esté. Eso no significa que sean eficaces, pero el hecho de ir a brindar una ayuda donde nadie más puede (o quiere) hacerlo, oculta el verdadero estado se los sistemas. 


Todo esto implica que los sistemas que componen el Instrumento Militar tienen que estar listos a intervenir con un tiempo razonable de preaviso, que normalmente será corto, el cual debería ser empleado para completar los niveles de abastecimientos necesarios y desplegar hasta el punto de aplicación del esfuerzo. 


Esta condición depende de dos cuestiones: 

1. De la confiabilidad operacional del sistema, porque si los equipos no son confiables, el nivel de adiestramiento es poco, no hay procedimientos establecidos y ensayados y no hay capacidad de soporte, mal se va a poder llegar en término a estar listo a operar 

2. De la capacidad para movilizar las fuerzas hasta el punto de aplicación. Esto no se puede ser improvisado, porque si hay que desplazar una Unidad de Blindados desde el

centro de la Provincia de Buenos Aires hasta el centro de Chubut, se necesitará un camión transportador por cada blindado más los vehículos de transporte para llevar la tropa y su logística, que no es poca. 


Obviamente a medida que las distancias se alargan comienzan a cobrar importancia otro tipo de problemas, como la infraestructura existente (rutas, vías ferreas, puertos, puentes, etc.) y los medios de transporte (transportadores, camiones, trenes, barcos, etc) y eso implica que ambos tienen que existir, estar en condiciones y que si el transporte debe ser ejecutado cuando el conflicto de inició, también hay que prever su defensa de las acciones de enemigo. Todo esto tiene que estar debidamente planificado y construido / incorporado y en condiciones de ser utilizado, porque son parte del sistema de movilidad de las fuerzas. Si todo esto no existe, fue mal planificado o no está en condiciones, el momento de empleo puede ser incierto y no por el accionar del oponente, sino por las falencias propias, porque no van llegar en término y en condiciones al punto de aplicación y lo que llegue, poco va a poder hacer.  


Ergo, no se puede confiar en él “no va a pasar”, o como dicen algunos “intelectuales” con escasa formación académica y excesiva animosidad: “no hay perspectiva de que haya una guerra”. Ellos no recuerdan, o no quieren recordar, lo que el Ex presidente de Chile Ricardo Lagos reveló en su libro de memorias, según el cual le dijo al ex presidente Nestor Kirchner durante la crisis del gas, que el día en que las casas (refiriéndose a Chile - NdA) no tuvieran gas, me vería obligado a declararle la guerra a su país, porque esa carencia provocaría una revolución aquí”. 

En un país como el nuestro, sin ambiciones expansionistas, con grandes riquezas naturales que son escasas en otras partes del globo, con responsabilidad de SAR en una amplio sector del Atlántico Sur, con un amplio mar que hay que controlar para evitar la depredación de sus recursos naturales, con redes de infraestructura que están lejos de ser las deseables y con una mal entendida Estrategia Nacional Defensiva, el conflicto o la necesidad aparecerá cuando menos se piense y los primeros que serán enviados serán las Fuerzas Armadas, que tendrán que salir con lo que tengan. 


La sostenibilidad. 


La tercera está ligada a las previsiones logísticas, básicamente abastecimientos, para completar los niveles iniciales de los sistemas y sostenerlos a lo largo del período de operación previsto en las “Capacidades Militares”. 


En mis tiempos en la Armada los llamábamos “acopios”, eran intocables y estaban reservados solo para caso de conflicto. Dentro de esta categoría había munición de todo tipo, repuestos, equipo, armamento, etc. Incluso se llevaban a cabo recuentos y verificación de esos acopios, en particular la munición. 


Por ejemplo, cuando el Batallón de Infantería de Marina N°5 desplegó en 1982 a Malvinas, lo hizo con 24 horas de preaviso y llevó 60 toneladas de carga, que incluía raciones para 60 días, munición de todo tipo para 10 días de combate, equipo individual, elementos para fortificaciones, armamento, etc. y no estoy hablando de los reabastecimientos, me refiero a lo que llevó cuando partió hacia las Islas, con lo que inició el conflicto. Estoy seguro que ninguna unidad estaría hoy en condiciones de desplegar con ese nivel de alistamiento y sostenimiento en ese tiempo de preaviso. 


Un conflicto se desata y no se sabe cuándo ni cómo se termina. Basta con mirar las noticias de la Guerra en Ucrania para caer en la cuenta que ambos contendientes ya están dependiendo de los abastecimientos que obtengan fuera de sus países para sostener el esfuerzo bélico. ¿Acaso en Malvinas no recibimos ayuda de otros países de América para sostener nuestro esfuerzo de guerra contra el Reino Unido? 

Sin un nivel aceptable de acopios, calculado en base a la capacidad y tiempo de reposición de los efectos, las fuerzas no están en condiciones de dar una respuesta adecuada ante la aparición de un conflicto.

 

El factor tiempo. 


Un punto fundamental a tener en cuenta es que la condición de readiness no puede ser alcanzada de un día para otro. 


Más allá de la cantidad de recursos que se disponga, un sistema confiable no se logra de un día para otro, se requiere tiempo para: incorporar los medios; formar, capacitar y dar habilidades al personal que va a operar esos medios; diseñar, comunicar, practicar y mejorar los procedimientos de operación y mantenimiento de esos medios; obtener los recursos materiales para mantener los medios y apoyar al sistema en el adiestramiento; y generar los acopios que permitan sostener el sistema en operaciones reales. 


Los tiempos necesarios para obtener los activos para conformar un sistema y para tener listo el personal que los va a operar con las competencias adecuadas para cada puesto, si bien pueden desarrollarse paralelamente normalmente no son iguales en duración y esto va a depender del tipo de sistema que se trate. 


Por ejemplo en un Destructor hay desde cabos y guardiamarinas recién egresados de los institutos de formación hasta experimentados suboficiales de cargo, oficiales jefes de departamento y el comando del buque. Indudablemente llevará mas tiempo tener oficiales y suboficiales calificados para desempeñarse en los diferentes puestos de conducción, en todos sus niveles, que adquirir el buque. Por ejemplo, la incorporación de los 4 OPV le demandó a la Armada Argentina menos 4 años, desde 2018 que se firmó el contrato has-ta 2022 que se recibió el último y el desarrollo previo del proyecto podría haber demandado 4 años mas, lo cual hace un total de 8 años. Formar un Teniente de Navío para desempeñarse como Jefe de Operaciones de un OPV requiere del orden de 17 años y así con todos los puestos. 


Indudablemente la creación de una capacidad requerirá llevar a cabo una planificación que trate en forma paralela la incorporación de los activos y la formación y capacitación del personal. 


Una vez obtenidos los medios y asignado el personal competente para operarlos, deberán adiestrarse para funcionar como un sistema y estar en condiciones de cumplir el objetivo para el cual la capacidad fue creada, lo cual también requerirá tiempo. Todo esto implica la ejecución de múltiples actividades que requerirán ser apoyadas logísticamente y todo en su conjunto requerirá la erogación de recursos. 


El mantenimiento, una función siempre soslayada. 


Respecto al mantenimiento, hay que pensar que para mantener un equipo militar con la confiabilidad requerida para entrar en combate, ya sea un buque, un tanque o cualquier

otro medio, excepto un avión (se calcula diferente), requiere una inversión anual en repuestos y servicios equivalente al 2% del valor de reposición de un equipo similar (10)


Desde hace años, en el ámbito industrial, la palabra que prima es confiabilidad, algo que ya fue detallado y su herramienta mas importante es el “Mantenimiento Basado en la Con-fiabilidad (RCM). Uno de sus impulsores fue el DoD, porque al momento de entrar en combate los equipos deben ser confiables y sería inconcebible tener que agregar a los daños que produce el enemigo el efecto de la propia falta de confiabilidad. Eso incrementa seriamente el nivel de los riesgos, donde las consecuencias de los eventos no deseados afectan directamente los Intereses Vitales de la Nación, que son los que las FF.AA. defienden.


El mantenimiento requiere una inversión anual en repuestos y servicios equivalente al 2% del valor de reposición de un equipo similar. Por ejemplo un OPV, como los que incorporó recientemente la Armada con un costo unitario de 80 millones de dólares, requeriría por año una suma de 1,6 millones de dólares para asegurar que se mantenga la confiabilidad inherente del buque. El presupuesto actual previsto para la Armada, para en mantenimiento de los medios dependientes del Comando de Alistamiento y Adiestramiento, no alcanzaba para comprar los repuestos necesarios para tres de los cuatro OPV y en función de la cuota de compromiso bajada a la Fuerza hasta un mes atrás, no permitía mantener solo uno de ellos. De seguir en este camino, es muy probable que en poco tiempo la confiabilidad de estos medios no se sostenga y comiencen a salir de servicio equipos que hacen a la capacidad del buque como sistema de armas, hasta convertirse en una cascara vacía que puede navegar.


En resumen. 


Una capacidad no se crea solo por el hecho de adquirir los activos. Hay que conformar el sistema, adiestrarlo y mantenerlo para que sea confiable y esto representa tiempo y recursos. 


Tener sistemas de armas antiguos y casi obsoletos no es bueno, porque estamos tecnológicamente atrasados respecto al resto de la región, pero si estos sistemas viejos fuesen confiables, sus tripulaciones estuviesen adiestradas y existiesen acopios, inspirarían respeto y generarían disuasión. En Malvinas quedó demostrado lo que podemos hacer cuando tenemos las herramientas. Pero si esos medios no funcionan o no son confiables porque no hay recursos para mantenerlos, no tienen la munición necesaria para sus armas y las tripulaciones no están adiestradas, es lo mismo que no tener nada. 


Paralelamente, incorporar, modernizar o recuperar sistemas sin el equipamiento necesario para garantizar su soportabilidad, no asignar el presupuesto necesario para asegurar la confiabilidad y el nivel se adiestramiento adecuado, ni para incorporar y mantener el nivel de acopios que permita sostener el esfuerzo en el tiempo previsto, es casi lo mismo que no tener nada. 


Pensar en el presupuesto de funcionamiento como un todo es engañarse a sí mismo, porque “funcionamiento” como tal no representa nada, es un amuchamiento de cosas que no aseguran el readiness ni permiten un control rápido y efectivo sobre el destino del gasto. Para lograr la Confiabilidad Operacional de los Sistemas de Armas los recursos, que se asignan en la ley de presupuesto tendrían que tener una apertura que asegure el readiness, estar adecuadamente desagregado para evitar desvíos y ser auditado convenientemente su gasto. Sin esto, no hay forma de alcanzarlo. 

Un esbozo de cómo podría lograrse el readiness está en el estudio “Bases para el diseño y soporte de un Sistema de Defensa Nacional eficiente” 11, publicado en la página del Foro Argentino de defensa. 


El readiness es algo demasiado importante como para no ser tenido explícitamente en cuenta, basta ver que en países como Estados Unidos es el Congreso el que fija el nivel de Readiness, en base a este asigna el presupuesto para las Fuerzas Armadas y verifica, a través de los organismos de control, su cumplimiento. 


Viendo la prensa especializada en estos últimos tiempos, donde se publicitan los ejercicios que llevan a cabo las FF.AA., imagino el esfuerzo que significa a cada fuerza el apresto de personal y medios, cuanto tiempo antes comienzan a prepararse, con qué capacidad de combate real lo hacen, que sostenimiento tienen y cuanto de eso sería reproducible en una situación real. 


El problema es que a lo largo de mis 40 años de actividad he visto dentro de las fuerzas, cómo este concepto se ha ido degradando hasta desaparecer. Nunca he escuchado a ningún dirigente político, incluso sus asesore militares, mencionar como objetivo para las Fuerzas Armadas “Asegurar el readiness del Instrumento Militar”. El día que se vuelva a hablar de readiness, o como se desee traducir el término en toda su magnitud, voy a creer que los cambios que proponen más allá de lo declamativo. 





 1 United States Government Accountability Office (GAO). Military Readiness, actions needed to further implement predictive maintenance on weapon systems. (dic 2022). Report to the Committee on Armed Services, House of Representatives. 

2 Calafa R. 2023. La Marina brasileña desmantelará el 40% de sus medios hasta 2028. Infodefensa.com. 16 de mayo de 2023 

3 Nicastro, L. 2022. Military Readiness: DOD Assessment and Reporting Requirements. Congressional Research Service (CRS). https://crsreports.congress.gov/product/details?prodcode=IF12240 October 26, 2022 

4 B. Blanchard. (1995) Ingeniería de Sistemas. ISDEFE (Sociedad Estatal Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España). 

5 Parra, C. Modelo Integral para Optimizar la Confiabilidad en instalaciones Petroleras. https://reliabilityweb.com.  

6 Ver El análisis de contexto, base de cualquier plan o acción. Vittorangeli A. Revista Predictiva 21. 2023. https://predictiva21.com/el-analisis-de-contexto-base-de-cualquier-plan-o-accion/  

7 DoD MIL-HDBK-502 Acquisition Logistics (1997). Department of Defense (DoD). USA. 

8 DOD Guide for achieving Reliability, Availability, and Maintainability. (2005). Department of Defense (DoD). USA. 

9 A. Vittorangeli (2021) Ch. 4: Support Process Aligned With a Maintenance Management Model. Cases on Optimizing the Asset Management Process (Compilation Gonzalez Prida, Parra, Crespo Marquez). IGI Global.  

10 Vittorangeli, A. 2022. Bases para el diseño y soporte de un sistema de defensa nacional eficiente. Foro Argentino de Defensa. https://www.fadefensa.com.ar/2023/06/21/bases-para-el-diseno-y-soporte-de-un-sistema-de-defensa-nacional-eficiente/ 

11 Vittorangeli, A. 2022. Bases para el diseño y soporte de un sistema de defensa nacional eficiente. Foro Argentino de Defensa. https://www.fadefensa.com.ar/2023/06/21/bases-para-el-diseno-y-soporte-de-un-sistema-de-defensa-nacional-eficiente/ 

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